La colaboración entre ingenieros y médicos resulta clave a la hora de avanzar en productos de impresión 3D para aplicar tratamientos personalizados a cada paciente, y aumentar así su calidad de vida. Esta es una de las principales conclusiones de la jornada ‘Oportunidades en impresión aditiva. Sector Salud’’, celebrada este viernes en el Universidad Pública de Navarra, financiada por el Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, y que ha ido acompañada de un workshop, con el objetivo de buscar proyectos y engranar la oferta con la demanda.
Organizada por el Cluster Functional Print y ANAIT (Asociación de Empresas de Ingeniería, Estudios Técnicos y Servicios Tecnológicos), en colaboración con la Cátedra Industria 4.0 del Colegio de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Navarra (CITI Navarra) y la UPNA, el evento se enmarca en un ciclo formativo de 8 acciones que pretenden sensibilizar al tejido industrial navarro, y a sus profesionales, de las oportunidades de negocio abiertas con el desarrollo en impresión aditiva, así como de la necesidad de formación en este terreno.
En concreto, han participado representantes de las universidades de Salamanca, Clemson (EEUU), Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Pública de Navarra y Universidad de Navarra, además del centro tecnológico Prodintec y la Infraestructura Científico Tecnológica Singular Nanbiosis. Entre los asistentes se encontraba un grupo de 18 alumnos de la Universidad de Clemson, que cursa estos días en Pamplona el programa International ‘Perspectives in Bioethics’, organizado por Ingenio Internacional, área de formación internacional de CITI Navarra.
Según ha destacado en su intervención Juan Carlos Piquero, responsable de proyectos en tecnologías de fabricación innovadoras del centro tecnológico Prodintec, “la impresión 3D está orientada a la personalización de los productos”, de ahí su “competitividad” y la necesidad de aplicar la ingeniería para diseñar productos de 3D que sean viables y tengan un alto valor añadido.
A su juicio, la fabricación aditiva “es muy potente pero se complementa con otras tecnologías y ahí es donde la ingeniería resulta básica para que el producto sea útil para el usuario final”. En la actualidad, ha expuesto, “se busca una aplicación única para un paciente único”, y la demanda de la fabricación aditiva “es brutal”, es “presente, no futuro”. Y estima, “en 6 años, el sector médico va a ser puntero en impresión aditiva”.
Por otro lado, Juan Antonio Juanes Méndez, doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca, ha subrayado también el papel a jugar por la impresión aditiva en cualquier especialidad médica, “en donde depende mucho la calidad de la impresión y de los materiales”. En su opinión, este campo “va a ir hacia niveles insospechados”, “revolucionará la medicina” y la clave está en que los “biomateriales sean compatibles”.
También ha participado Abián Bentor Socorro Leránoz, profesor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UPNA, quien ha destacado que la fibra óptica, un cable que guía la información a través de la luz y está presente en muchos hogares para servicios de telecomunicación, “también sirve para curarnos; de hecho, varias aplicaciones médicas a día de hoy usan este cable para hacer terapia o diagnosticar pacientes”.
“La fibra óptica ya es un sensor de por sí, porque con ella se pueden medir magnitudes físicas como presión, tensión, temperatura, ha explicado. Además, recubriéndola con materiales que sean sensibles a determinados parámetros, “podemos hacer que la fibra óptica obtenga información acerca de las reacciones químicas que están ocurriendo a su alrededor”.
Asimismo, Xabier Unamuno, del Laboratorio de Ingeniería Médica de la Universidad de Navarra, ha expuesto varios casos de éxito, y ha recalcado el interés en la fabricación aditiva para crear piezas con alta complejidad con impresión 3D, ya que se reduce el tiempo de fabricación, el material de desperdicio, y aumentan los beneficios.
En datos, ha afirmado que la cuota de mercado actual de la fabricación aditiva está en un 17% en la Industria, en un 16% en la Automoción, un 15% en Aeroespacial y en un 13% en el sector médico, donde se estima que crecerá entre un 13% y 20% en 2024. Para nosotros, ha concluido, “la Fabricación aditiva tiene que tener un valor añadido para el producto final médico”.
También han participaron John Desjardins, director del departamento de Bioingeniería de la Universidad de Clemson, con su ponencia “3D Printing In Orthopaedics And Rehabilitation Research” y Jesús Izco, director de Nanbiosis que ha hablado de “ICTS de Producción y caracterización de Biomateriales y Nanomateriales para su aplicación en Biomedicina”. La apertura de la jornada ha corrido a cargo de Juan José García, presidente ANAIT y la clausura, Mar González, gerente del Cluster Functional Print. El moderador ha sido Fernando Blaya, miembro del Grupo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid.